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ILUMINACIÓN 
Nadie puede negar la importancia del sistema de iluminación de nuestro coche, no obstante a veces hay parámetros que se pasan por alto, ya sea por desconocimiento o por dejadez, pero que pueden ser vitales para nuestra seguridad y la de los que circulan a nuestro alrededor.

Para hacernos una idea de su importancia se ha de tener en cuenta que a una velocidad de 90 km/h, un coche recorre unos 25 metros por segundo, así que si nuestras luces no alumbraran de manera óptima, con sólo retardar un segundo la visión del obstáculo se pueden perder hasta 10 metros en la frenada. Eso por un lado, por el otro destacar que con una mala iluminación puede incrementar nuestra fatiga ante viajes más o menos importantes.

Además es importante tener en cuenta que las luces no sólo sirven para que nosotros veamos, sino para que nos vean los demás. Por tanto, es crucial que mantengamos el alumbrado del coche a punto siguiendo una serie de consejos. Puntos a tener en cuenta:

- Revisión rutinaria: Compruebe el funcionamiento de sus luces, faros, posición, intermitentes y frenos periódicamente.

- Limpieza: Si los faros están sucios, se puede reducir la su eficacia hasta en un 10% y la solución es tan sencilla como limpiarlos con un paño húmedo.

- Estado de la carcasa: Una rotura de las pantallas protectoras anula su estanquidad teórica, por lo que se pueden producir condensaciones en el interior del faro, reduciendo así la eficacia del elemento reflectante, incluso con riesgo de fundir una bombilla.

- Controlar su correcta regulación: Una luz muy alta puede deslumbrar a otros conductores y le hará perder visibilidad. Lo mismo ocurre si están excesivamente bajas. Un solo grado de inclinación reduce el campo de visión a 20 metros si es hacia abajo y aumenta en 20 m si es hacia arriba, aunque en este caso también se pierde la iluminación lateral más cercana.

- Potencia: Estar atentos a la disminución de intensidad de iluminación de las bombillas halógenas, que suelen tener una duración de utilidad máxima de 40.000 a 50.000 km o dos años de antigüedad.

- Xenon: Las lámparas de xenón tienen 1.500 horas de vida útil, cuatro veces más que una  lámpara de halógena, pero cualquier fallo con estas lámparas obliga al paso por un taller especializado, pues su funcionamiento implica tensiones eléctricas de hasta 30.000 voltios lo que obliga a extremar las medidas de seguridad.

- Batería adecuada: Una batería con carga por encima de lo recomendado por el fabricante afecta negativamente en la vida de las bombillas, especialmente si se encienden antes de arrancar el motor y las alimente exclusivamente el alternador.