miércoles, 11 de abril de 2012

Astrónomos españoles lideran la búsqueda de asteroides peligrosos

Astrónomos españoles lideran la búsqueda de asteroides peligrosos

El observatorio de La Sagra, en Granada, ha descubierto 56 objetos en los últimos años. Unas observaciones recientes han permitido definir un paso muy cercano para el 2013.

Un asteroide de 50 metros de diámetro que fue descubierto a finales de febrero cuando acababa de pasar cerca de la Tierra, ahora conocido como 2012 DA14, regresará el año que viene por las mismas fechas y se acercará a unos 30.000 kilómetros de nuestro planeta, una distancia ínfima en términos astronómicos. 

Pues bien: si el hallazgo de tan singular objeto y el cálculo de su trayectoria fueron posibles es gracias a unos telescopios situados en la sierra de La Sagra, en la provincia de Granada, y a los científicos del Observatorio Astronómico de Mallorca (OAM) que los controlan a distancia.

"Detrás de los tres equipos punteros de EEUU, que funcionan con grandes medios, somos el principal grupo del mundo especializado en la detección de asteroides y cometas que se aproximan a la Tierra", explica Jaime Nomen, director del Observatorio de La Sagra y miembro de la OAM. Gracias a ellos, ahora ya se sabe con seguridad: el 2012 DA14 pasará el 15 de febrero del 2013 muy cerca de la Tierra, pero no llegará a colisionar. Las observaciones de La Sagra fueron enviadas al centro de referencia en EEUU, el Minor Planet Center, y a partir de entonces se pudo determinar la trayectoria exacta.

El Observatorio de La Sagra, inaugurado en el 2006, se halla a 1.700 metros de altitud en un paraje agreste del municipio de La Puebla de Don Fadrique. Se trata de un complejo astronómico formado por cuatro telescopios que gestiona el OAM, con el apoyo de la Agencia Espacial Europea y el Ministerio de Economía, y que están especializados en buscar objetos cercanos a la Tierra.

En el control de los telescopios trabajan desde Mallorca ocho personas entre observadores, matemáticos e ingenieros, la mayoría compaginándolo con otras responsabilidades. Los telescopios, tres de rastreo y uno de confirmación, son "herramientas superágiles, material muy específico", como los define Nomen. Más potentes no servirían para el cometido al que han sido consagrados, buscar asteroides y cometas. "Lo que hacemos tiene que ver poco con la astrofísica --añade--. Lo nuestro requiere que los telescopios trabajen rastreando de forma autónoma cuando se detecta algún movimiento". El equipo también rastrea el firmamento en busca de satélites no operativos y otros restos de chatarra espacial.

Como el 2012 DA14 no es un asteroide particularmente grande, su detección no fue posible hasta que estuvo muy cerca de la Tierra. "Teniendo en cuenta que su movimiento angular rápido, el escaso brillo y su órbita muy por encima del plano de la órbita de la Tierra, era un objetivo escurridizo", explica Nomen.



RESISTIR A LA ATMOSFERA Por regla general, los asteroides de este tamaño reflejan tan poca luz que la sola presencia de la Luna en el cielo impide la observación. Eso sí, son suficientemente grandes para resistir la fricción con la atmósfera terrestre y, en caso de impacto con la superficie, ocasionar un desastre de carácter local. "Por eso hay que vigilarlos", dice el director del LSSS, ya que "la roca pasará más cerca que muchos satélites".

"Es altamente improbable que todavía queden sin descubrir asteroides o cometas de un tamaño similar al que acabó con los dinosaurios" concluye Nomen, pero "posiblemente queden miles por descubrir de 50 metros o incluso más".

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